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En cada consulta con seguridad quedan muchas dudas e inquietudes, el objetivo de este blog es que los padres no estén en ignorancia respecto a los problemas de salud de sus hijos.

Lejos ha quedado aquella época donde el médico era el único dueño de los conocimientos, la vida actual hace que los padres sean parte del problema y porque no de las soluciones.

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viernes, 9 de agosto de 2013

Leyendas pediátricas: vamos a ponerle una faja, un botón o una moneda para que no se le salga el ombligo

En el momento del nacimiento y una vez que se corta el flujo madre-bebé, el resto del cordón que queda unido al recién nacido se seca y, al mismo tiempo, ese pequeño orificio de la pared abdominal se cierra (casi siempre). De esta manera, al caerse el resto del cordón ya queda esa zona totalmente cubierta por los músculos.
Hernia umbilical
Pero cuando esto no ocurre, queda una pequeña zona de debilidad que se nota al tocar el ombligo del bebé. A ese nivel puede salir entonces un trocito de intestino cuando el bebé llora o hace fuerza, por lo que se observa un pequeño “bulto” en el ombligo. Esa sería la manifestación clínica de una hernia umbilical. En condiciones normales, es un orificio pequeño, que no suele ser mayor de 1,5 – 2 centímetros de diámetro. Incluso en muchas ocasiones se nota esa debilidad al tocar el ombligo del bebé, sin que se observe salida del contenido del abdomen.
Muchas personas hemos escuchado (yo lo escuché mucho antes de estudiar medicina) que lo malo de una hernia es que “se atasque” y no pueda introducirse de nuevo dentro del abdomen, lo cual constituye una emergencia puesto que se trataría de un estrangulamiento que necesita una resolución quirúrgica. Quizá por eso es que popularmente se considera algo negativo que aparezca “el bulto” en cualquier caso y que esto deba evitarse colocando alguna barrera física que lo impida: faja, moneda, botón, etc.
Lo cierto es que, en bebés normales, las hernias umbilicales (ocurren aproximadamente en un 10% de recién nacidos sanos) se resolverán de forma espontánea en la gran mayoría de los casos durante los primeros 3-4 años de vida. Incluso una hernia como la que tiene el bebé de la imagen podría resolverse sin ninguna intervención. Si no fuese así, estaría indicada su resolución mediante cirugía. Es importante saber que este tipo de hernias no duele ni produce molestia alguna, además, es extremadamente raro que se compliquen. Por esto, no es necesario colocar este tipo de elementos en la barriga del bebé, ya que en vez de ayudar podrían ocasionar otros problemas: las fajas incomodar al bebé, los adhesivos irritar la piel, etc.
photo by: mslaura
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