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En cada consulta con seguridad quedan muchas dudas e inquietudes, el objetivo de este blog es que los padres no estén en ignorancia respecto a los problemas de salud de sus hijos.

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viernes, 31 de agosto de 2012

Desaconsejan uso del andador

Especialistas alertan sobre los efectos nocivos del uso del andador en el desarrollo infantil. En esta nota, los detalles de una investigación que recientemente fue publicada en el libro ”Análisis del andador en la primera infancia”.

bebe en andador

Existe entre los padres un preconcepto que incentiva al uso del andador. Según ellos, es un excelente estimulador de la marcha en los niños. Y para dar por tierra con esta idea, tres psicomotricistas cordobesas realizaron una amplia investigación sobre los efectos del andador en el desarrollo infantil.

“Decir que es un elemento estimulador de la adquisición de la marcha es un mito, ya que no hemos encontrado nada que avale esa idea; incluso, para nuestra sorpresa, descubrimos las grandes campañas que se llevan a cabo en otros países para eliminar su uso, debido a las estadísticas que arrojan cifras terribles de accidentes domésticos”, afirman Verónica Colombatti, Gabriela Martínez Eberhardt y Lucrecia Spaini, las tres profesionales que exponen sus conclusiones en el libro denominado “Análisis del andador en la primera infancia”.

En el trabajo, aclaran que el origen del andador se relaciona con la creación de un elemento rehabilitador para personas adultas con dificultades de locomoción, y no con su utilización actual, ligada a la iniciación de la marcha en los infantes.

También advierten que, en los últimos años, el andador ha sido cuestionado por numerosos profesionales, impulsados por una realidad alarmante: el gran índice de accidentes sufridos por los niños que lo utilizan. “Canadá se convirtió en el país pionero en este aspecto. A partir de cifras arrojadas por el Hospital para Niños Enfermos de Toronto sobre esos accidentes, se establecieron desde 1989 restricciones para su fabricación e importación. Luego, el Ministerio de Salud de ese país, amparándose en la Ley de Productos Peligrosos, decretó la prohibición de su fabricación, venta y uso, como también su publicidad e importación”, señalan.

También ilustran con un estudio realizado por el departamento de Psicología de la Universidad Case Western Reserve, de Cleveland, Estados Unidos, donde analizaron el desarrollo físico y mental de 109 niños de 6, 9 y 12 meses (que usaron diferentes modelos de andador) y concluyeron que “estos vehículos en general, pero especialmente los de nuevo diseño, retrasan el desarrollo infantil no sólo para sentarse, caminar y hablar, sino también sobre los índices generales de inteligencia”.

En su trabajo, citan también que la Academia de Pediatría de Estados Unidos publicó un artículo que denuncia los accidentes que puede ocasionar el uso del andador con esta síntesis:

En 2000, casi 8.300 niños fueron tratados en salas de emergencias por accidentes relacionados con el uso de andadores.

Los bebés en andadores pueden caerse sobre objetos o por las escaleras, y llegar hasta piscinas, calefactores y cocinas calientes.

El uso del andador está asociado al envenenamiento, en especial en bebés menores de 9 meses, ya que les posibilita alcanzar químicos que se encuentran en el hogar antes de que tenga movilidad propia y antes de que muchos padres hayan hecho de sus hogares un lugar seguro para ellos.

Estos dispositivos no facilitan que el bebé camine ni que tenga una movilidad más rápida, y pueden, en realidad, impedir el desarrollo de ciertas habilidades motrices, como pararse, gatear y arrastrarse.

Los andadores dan a los bebés impulso extra para atravesar barreras, como puertas de seguridad, lo cual ocasiona miles de lesiones encefálicas por año.

Ya con observaciones propias, y sobre el desplazamiento (marcha), las investigadoras cordobesas concluyen que: 1- El tipo de movimientos que realizan las extremidades inferiores es diferente al de la deambulación natural. 2- La ubicación de los pies es en punta, sin apoyo de la totalidad de la planta, y así caminan. 3- La dirección de la marcha es predominantemente hacia adelante. En ocasiones, ejercitan balanceos hacia los laterales, produciendo así cortos desplazamientos. 4- En la organización de la locomoción, los brazos participan de forma diferente a la normal, ya que se mantienen hacia delante o a los lados, a la altura del tronco, sin lograr adquirir la secuencia natural que lleva a moverlos de manera alternada. 5- La velocidad que adquiere el niño es superior a la normal, recorre mayor trayectoria con menos esfuerzo físico. Esto se relaciona también con la dificultad para detener el movimiento, ya que el impulso es el que lo traslada.

“Entendemos que los padres, al colocar a sus hijos en estos aparatos, sienten que están procurando lo mejor para ellos, pero estas alternativas, que surgen día a día como el llamado Jumper saltarín o los nuevos pata-pata y triciclos con tantos elementos, hacen que lo natural pierda esencia, alejándose cada vez más de la realidad que requiere el infante para su completo y armónico desarrollo”, afirman Colombatti, Martínez Eberhardt y Spaini.

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