Bienvenido

En cada consulta con seguridad quedan muchas dudas e inquietudes, el objetivo de este blog es que los padres no estén en ignorancia respecto a los problemas de salud de sus hijos.

Lejos ha quedado aquella época donde el médico era el único dueño de los conocimientos, la vida actual hace que los padres sean parte del problema y porque no de las soluciones.

A partir del 12 abril de 2014 atención de Av. La Unión N° 34

Disponible también en Whatsapp y viber

Agradeceré mucho sus comentarios y sugerencias

jueves, 5 de diciembre de 2013

TRUCOS PRÁCTICOS Cómo dar las medicinas a niños pequeños

Un niño de uno o dos años es, por naturaleza, inquieto. Además, aún no puede entender lo importante que es para su bienestar que trague ese jarabe en el momento en que se lo pedimos, o que se deje embadurnar con esa pomada que huele tan raro.
Otro factor a tener en cuenta es su condición de enfermos. Cuando un niño está enfermo lo exterioriza de diversas maneras, y esto incluye, a menudo, el rechazo sistemático a cualquier cosa que se le ofrezca. Tengámoslo en cuenta, pues, y seamos pacientes. Está claro que perder los nervios solo empeorará las cosas.

Gotas

Si quieres saber cómo dar a tu hijo medicamentos en gotas (para los ojos, los oídos o vía oral), lee:

Cómo administrar gotas a niños pequeños

Jarabe

Los jarabes también son muy frecuentes entre las medicinas infantiles. Descubre más aquí:

Cómo dar jarabe a los niños

Supositorios

Cada vez se recetan menos, ya que según los espcialistas la medicina se reabsorbe mejor oralmente y, además, no irrita el culito del niño. No obstante, hay casos en los que el supositorio puede ser la mejor opción (por ejemplo, cuando el niño se niega en redondo a beberse el jarabe o a tomarse la pastilla).

Cómo administrarlos

Para facilitar su aplicación, podemos impregnar el supositorio con algún lubricante como vaselina o aceite de oliva. Entrará con más facilidad y le resultará menos molesto.

Pomada

Se utilizan a menudo para tratar los problemas cutáneos y su poder curativo es indudable, pero hay que tener cuidado con ellas. La piel de un niño de esta edad es mucho más delicada que la de un adulto. Y algunas pomadas contienen, por ejemplo, antibióticos o corticoides de diferentes potencias (de débil a muy alta). Por ello, es el pediatra o el dermatólogo, quienes deben decidir cuál es el producto más adecuado y en qué dosis.

Cómo administrarla

En las farmacias sabrán aconsejarnos sobre las llamadas pomadas preventivas. Suelen ser pastas al agua, muy suaves, que podremos usar normalmente salvo contraindicación del médico. Pero tengamos cuidado con las heridas y arañazos. Su contacto con una pomada podría provocar alguna alergia en la delicada piel del bebé.
Si la aplicamos sobre la cara evitemos el contacto con las mucosas, los ojos y la boca.

Pastillas

Las pastillas infantiles cada vez se utilizan menos, en beneficio de las medicinas líquidas, cuya administración en niños pequeños suele ser más sencilla. Ojo con dejarlas a su alcance, pueden confundirlas con caramelos.

Cómo administrarlas

Conviene machacarlas en una cuchara y mezclarlas con unas gotas de agua. Será mejor que echárselas en el biberón: si no lo termina nunca sabremos con seguridad si ha asimilado toda la dosis. Además, corremos el riesgo de que termine asociando el biberón con el sabor a medicina de la pastilla, y acabe aborreciendo la leche.
Por: Teresa Pro

lunes, 7 de octubre de 2013

Uso de andadores

     
Según la Real Academia de la Lengua el andador es un utensilio que sirve para enseñar a andar a los niños. Se usa desde la  antigüedad. Aparece en obras de arte de los siglos XIV y XV, como en “El libro de horas” de Catalina de Cleves, y el propio  Felipe IV fue retratado por Juan Pantoja de la Cruz en uno.
Su diseño se ha mantenido hasta nuestros días. Su estructura era de madera con un asiento, un aro superior y varias ruedas  en su base. Así, el niño, con los pies en el suelo, se podía mover.
En la actualidad es un asiento protegido con una barandilla y apoyado sobre patas con ruedas, que permite al bebé estar  sentado o caminar parcialmente sentado, sin el peligro de caerse.
Aunque el andador se sigue utilizando hoy en día, la conveniencia del mismo lleva mucho tiempo en entredicho.
Lo cierto es que no está demostrado si el uso de los andadores influyen en que los niños caminen antes o después.No es cierto que enseña a caminar;pero si se ha demostrado que aumenta los accidentes en casa, se mueven rápidamente y cuadriplican el riesgo de caída por una escalera, duplican el riesgo de fractura en el caso de una caída por una escalera y además adelantan la edad de dicha caída de los doce a los ocho meses, cualquier desnivel o impulso contra cualquier saliente, mueble o puerta puede llegar a volcarlo. También aumentan el riesgo de quemaduras y de intoxicaciones
El lactante para iniciar la marcha antes inicia el gateo, aprende a incorporarse con apoyo, se mira sus pies al iniciar sus primeros pasos, alcanza y manipula objetos a su alcance para experimentar, desarrollar sus cualidades táctiles, olfativas, visuales. Utiliza sus brazos para conseguir el equilibrio tan necesario para caminar.
Un niño en un andador no puede hacer nada de esto. No le permite ejercitar los músculos de las caderas ni de las piernas, no ve sus pies, no alcanza los objetos del suelo; el andador es un objeto que le priva de todas esas experiencias.  Los niños que usan andador inician la marcha autónoma más tarde, aunque este retraso se compensa o se iguala a los 15 meses.
Lo más sano es que el niño aprenda a desplazarse solito, sin un andador, primero arrastrándose y gateando y luego sujetándose de los muebles, para finalmente lanzarse a caminar. Si se respeta ese proceso, el bebé desarrolla buena musculatura, aprende a equilibrarse y además se le despierta la curiosidad por explorar el mundo que le rodea.
Lo más recomendado es  estimularle a gatear, ya que es una de las cosas más importantes para el desarrollo psicomotor del bebé; mientras más gatee mejor es su desarrollo psicomotor.
La AAP (Academia Americana de Pediatría) no aconseja su uso, proponen incluso eliminarlos, ya que no presentan ventaja alguna en el desarrollo del niño.Si el andador aumenta la probabilidad de los accidentes en lactantes, y además no favorecen su desarrollo psicomotor, no hay ningún argumento válido para seguir usándolos.
Más información en: 


viernes, 27 de septiembre de 2013

No es más inteligente el que más nota saca

«Durante muchos años se ha creído que el niño que mejor sumaba y restaba o el que más nota sacaba de la clase era el más inteligente. Nadie preguntaba si ese niño sabía cantar, o cómo se relacionaba con los demás. En los últimos años, esto ha cambiado. Ahora se sabe quedebemos educar para resolver los problemas que nos encontremos en la vida, no para destacar en el colegio», asegura Esperanza García Ruíz, coordinadora pedagógica de las escuelas infantiles Alaria, y asesora de la juguetería Imaginarium.
El responsable de este radical giro en la educación, recuerda esta experta, es el psicólogo norteamericano Howard Gardner, Príncipe de Asturias en la categoría de Ciencias Sociales por su teoría de las ocho inteligencias: la lingüística, la lógico-matemática, la visual-espacial (dibujar, interpretar un mapa), la musical, la corporal (danza, deportes), la intrapersonal (conocimiento de uno mismo), la interpersonal (conocimiento de los demás) y la naturalista (observación y clasificación de las cosas).
Este concepto, dado a conocer por este laureado profesor de Harvard allá por los años ochenta, está ahora más en boga que nunca. De hecho su tesis, además de reconocer al máximo nivel capacidades que antes eran menospreciadas frente a las habilidades académicas tradicionales, ha obligado a muchos pedagogos a intentar replantear el sistema educativo. «Aunque en las primeras etapas todos tenemos que aprender lo mismo, no todos lo hacemos de la misma forma, ni en el mismo momento. Cada uno tiene sus tiempos, y es importante respetarlos», aclara esta experta.

Desde el hogar

Las familias también tienen mucho que decir de esto. «Es importante que los padres sepan que ninguna inteligencia es más que la otra. Todas son igual de importantes», remarca Esperanza García Ruiz. Eso sí, prosigue, «es fundamental que los padres sepan detectar cuanto antes en qué destacan, qué es lo que más les gusta a sus hijos, o aquello que les resulta más fácil aprender. Y ojo, porque muchos deben hacer un gran esfuerzo por ser realistas y separar entre lo que a ellos les gustaría que fuera el niño y lo que este de verdad es. Como dice Gardner, es crucial no proyectar en ellos sus prioridades, pasiones ni debilidades». «También deben conocer aquello que más les cuesta, para darles apoyo en esa área», añade.
¿Cómo? «Ofreciéndoles estímulos de todo tipo para que jueguen, manipulen, se muevan... Los niños aprenden jugando. Pero igual de importante es saber ilusionar a los más pequeños en el aprendizaje». Además, concluye García Ruiz, «los padres se pueden llevar más de una sorpresa. La inteligencia no es estática y, por fortuna, el ser humano está aprendiendo durante toda su vida».

miércoles, 25 de septiembre de 2013

¡Cuidado! El olor a bebé es adictivo

Seamos padres o no, todos nos sentimos bien cuando sostenemos un bebé en los brazos. ¿Por qué sucede esto? Un estudio científico ha descubierto que el olor a recién nacido genera un comportamiento adictivo muy similar al que producen las drogas o la comida.
En el estudio participaron 15 mujeres sin hijos y 15 que habían sido madres recientemente. A todas se les dio a oler el pijama de bebés recién nacidos y se estudió la reacción que se producía en su cerebro. Los investigadores, que publican sus resultados en la revista científica Frontiers in Psychology, encontraron que en ambos casos, pero de forma más intensa en el grupo de madres recientes, se activaba el llamado “sistema dopaminérgico”, un circuito neurobiológico que está relacionado con la obtención de recompensas y con los comportamientos adictivos.
Este sistema conduce, por diferentes vías, a la liberación de dopamina, una hormona que también se conoce como la “hormona del placer”, ya que se libera, por ejemplo, cuando comemos y cuando tenemos relaciones sexuales. Así, asociamos estas acciones, que son fundamentales para nuestra supervivencia y reproducción, con la obtención de una recompensa: en este caso el placer. Y algunas sustancias como las drogas o el tabaco nos provocan adicción porque actúan de la misma forma sobre nuestro cerebro.
"No todos los olores desencadenan la reacción. Sólo aquellos asociadas con la recompensa, como la comida o la satisfacción de un deseo, producen esta activación", explica Johannes Frasnelli, investigador de la Universidad de Montreal (Canadá). En el caso de los bebés, es lógico que su olor desencadene este mecanismo, ya que estimula el vínculo entre mamá y bebé y hace que las madres no abandonen a los hijos a su suerte. Los olores y otras formas de comunicación no verbal, como los estímulos visuales, son fundamentales para estimular la lactancia y establecer los lazos emocionales entre la madre y el niño y garantizar, en última instancia, su supervivencia.

Por: Victoria González
Fuente:Frontiers in Psychology y Universidad de Montreal

viernes, 6 de septiembre de 2013

¿VERDADERO O FALSO? Falsos mitos sobre el cuidado del bebé

Boton Test
Cuidados del bebé: descubre cuánto sabes




Los mitos acerca de la salud del bebé son una mezcla de tradiciones con chismes sensacionalistas. Si en alguna ocasión tienes dudas sobre si es cierto o no algún extraño consejo que te hayan dado, no te avergüences y consúltaselo a tu médico.
Estos son diez falsos mitos que hay que desterrar lo antes posible.

1. Si estornudan, están resfriados

Depende. Los estornudos y la tos son mecanismos que tiene el cuerpo para limpiar las vías respiratorias. Los bebés no pueden sonarse la nariz ni carraspear para aclararse la garganta. Por eso, se liberan de las secreciones que se acumulan en sus vías respiratorias mediante toses y estornudos. Los niños también estornudan cuando están resfriados, pero, en este caso, también muestran otros síntomas, como fiebre o malestar.

2. Los bebés saben nadar por instinto

Falso. Este mito es peligroso y nace de una verdad a medias. Es cierto que los bebés dejan de respirar cuando se sumergen en el agua. Pero esto no quiere decir que no se puedan ahogar. Si no se les saca rápidamente del agua, se ahogan porque sus pulmones se quedan bloqueados.

3. Llorar ensancha los pulmones

Falso. No se ha demostrado que exista ninguna relación entre el llanto y la maduración de los pulmones. Un bebé que llora lo hace porque le ocurre algo y las causas psíquicas no son tan visibles como las físicas, pero no dejan de ser importantes. Si le dejamos llorar, el bebé no comprenderá por qué nadie le ayuda. El pequeño siempre debe saber que las personas de su entorno le quieren y le protegen.

4. El azúcar quita el hipo

Falso. Muchos bebés tienen hipo por la inmadurez de su sistema neurológico. Es un movimiento involuntario e intermitente del diafragma que no tiene ninguna importancia. No es aconsejable probar alguna de las medidas que se aconsejan a los adultos. Es mejor dejarle tranquilo y el hipo desaparecerá por sí solo.

5. No deben salir hasta tener 15 días de edad

Falso. Este mito puede deberse al deseo de preservar al recién nacido de coger alguna enfermedad. Naturalmente, no se le debe exponer al contacto con una persona afectada por una enfermedad infecciosa, pero esto no tiene nada que ver con el aire libre. Para saber si puedes salir o no con el bebé, solo necesitas usar el sentido común. En verano evita las horas de más calor y en invierno no salgas cuando haga mucho viento.

6. Cuanto antes les salgan los dientes, más inteligentes serán

Falso. Los dientes de leche salen cuando deben hacerlo, con un amplio margen que difiere de un niño a otro. La inteligencia que alcanzará el bebé cuando sea mayor depende de los genes que haya heredado de sus familiares y de los estímulos que le ofrezcan las personas de su entorno. No tiene nada que ver con el momento en que le salgan los dientes.

7. Añadiendo cereales al último biberón, dormirán mejor

Depende. También puede tener el efecto contrario y provocar que el pequeño se despierte aún más a menudo. Una madre o un padre que lleva muchas noches sin dormir de un tirón se agarra al primer consejo que le promete un poco de descanso. Por eso, este es uno de los mitos más difíciles de erradicar.

8. Al nacer aún no ven

Falso. ¡Claro que ven! Los recién nacidos ven mejor a una distancia entre 15 y 30 centímetros. Por eso, cuando los adultos hablan con un bebé de pocas semanas se acercan instintivamente a él. A medida que el niño crece, su visión se va ampliando y al medio año ya ve a la perfección los objetos que se encuentran a una distancia de entre tres y cuatro metros. Cuando tiene un año, su visión es muy parecida a la de un adulto. El bebé distingue también los colores y, en los primeros meses, prefiere los contrastes fuertes y los tonos contundentes.

9. No se les debe cortar las uñas los primeros meses

Falso. Las uñas de las manos pueden ser bastante largas y muchos niños se rascan con ellas la cara. Para cortarlas, hay que usar tijeras romas y aprovechar un momento en que el pequeño esté tranquilo o durmiendo.

10. Raparles el pelo a menudo lo vuelve más fuerte

Falso. Si después del corte el pelo parece fuerte, es porque en ese momento faltan las puntas finas, las que le daban un aspecto más frágil. Los recién nacidos pierden casi todo el cabello con el que nacen, cambiándolo por una especie de pelusilla. Así que no tiene sentido cortarles el pelo antes de los seis meses.

Autora: Martina Rao

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Quitar el pañal en tres días o menos

11 pasos para enseñarle a tu niño o niña a ir al baño

TEST ¿Sabes cómo quitarle el pañal a tu hijo?

¿Cuándo debe dejar mi hijo el pañal? ¿Cómo hacerlo? Estas preguntas nos las hacemos todos los padres cuando llega el momento de que nuestros hijos digan adiós al pañal. Pon a prueba tus conocimientos con nuestro test.





DESARROLLO INFANTIL La sonrisa del bebé: una evolución irresistible

Le hemos visto sonreír mientras dormía pero, el día menos pensado, el bebé nos regala un momento único e inolvidable: su primera sonrisa de verdad, dedicada a nosotros en exclusiva, mirándonos fijamente a los ojos. Después, llegan los gorjeos y las carcajadas contagiosas.
Con los años, podemos olvidarnos de si pasó o no la varicela o cuántos años tenía cuando se le cayó su primer diente, pero lo que nunca olvidan los padres es la emoción que sintieron al recibir, por sorpresa y a bocajarro, la primera sonrisa de su pequeño... una sonrisa irresistible.

La sonrisa, un eficaz mecanismo de supervivencia

Las modernas ecografías han permitido a los expertos comprobar que los fetos a partir de las 30 semanas ya sonríen. ¿A quién? podríamos preguntarnos. De momento es solo un reflejo, casi una mueca, aunque compleja, porque requiere la coordinación de muchos músculos faciales y está asociada con la fase de sueño activo o REM.
Los bebés vienen provistos de la capacidad de sonreír, y no precisamente para salir guapos en las fotos, sino para algo mucho más importante... sobrevivir. Nuestro pequeño nace con el instinto de mantenerse cerca de mamá como medida de protección.
Por eso, en cuanto aprenda a gatear, su objetivo será perseguirla por toda la casa. Pero ahora acaba de nacer y no puede moverse ni agarrarse al pelo de su madre como hacen nuestros primos los primates. Lo que sí puede hacer es llorar (y así llamar su atención), mamar (y favorecer un acercamiento físico privilegiado) y... claro está, sonreír, seducir a su mamá para que desee estar cerca de él y compensarla por lo cansado que puede ser hacerse cargo de una personita recién llegada.

Las etapas de la sonrisa del bebé

En su libro “El desarrollo del bebé” (Alianza Editorial), Ileana Enesco, profesora del Departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad Complutense de Madrid establece estos hitos en la evolución de la sonrisa de los bebés. Eso sí, las fechas están basadas en estadísticas. En la práctica, cada niño tiene sus ritmos.

Primeras semanas de vida

Las sonrisas del bebé son reflejas. Aparecen con más frecuencia durante el sueño, aunque también en algunas ocasiones al despertar o como respuesta a una caricia suave.

Primer mes

Sonríe ante estímulos externos, como la voz de su madre o, por ejemplo, si le ponemos las manos juntas para hacer palmas palmitas.

Entre la 5ª y la 8ª semana

Puede sonreír también ante estímulos visuales como movimiento de luces, de la cara humana, de objetos brillantes...

Entre la 9ª y la 12ª semana

La sonrisa es ya plenamente social. Ahora los bebés responden abiertamente a las caras humanas y, hacia los tres meses, la sonrisa se encuentra casi siempre en las interacciones sociales.

Entre los 3 y los 4 meses

Aparece la risa como respuesta a estímulos de diferentes sentidos (tacto, visión...).

A partir de los 6 meses

Los bebés sonríen y ríen durante las interacciones sociales con personas cercanas.

Entre los 10 y los 12 meses

Sonríen abiertamente cuando llega una persona conocida, se ríen a carcajadas con juegos de interacción como el cucú tras.

Por: Laura Guerrero.
Asesora: Ileana Enesco, profesora del Departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad Complutense.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Mi hijo tiene un amigo imaginario

El amigo imaginario puede ser el osito o la muñeca, pero también personajes completamente invisibles que, sin embargo, tienen nombre propio, personalidad y rasgos físicos definidos y, algunos, hasta manías. Pueden pretender incluso ocupar un lugar en la mesa y hasta en la cama.

Es algo normal

Es lógico que algunos padres se sorprendan e inquieten al encontrar a su hijo enfrascado en una animada charla con su amigo imaginario o soltándole la misma regañina que le han echado a él un rato antes.
Pero no tiene nada de anormal: muchos niños los tienen. Y en realidad, distinguen bastante bien el carácter imaginario de estos personajes. Aunque insistan en su existencia real, en el fondo saben que son producto de su fantasía.

¿Qué hay que hacer?

  • No hay que ridiculizar al niño ni decirle que miente, sino ser tolerantes y respetuosos.
  • Se puede entrar un poco en el juego, pero sin llevarlo demasiado lejos: no es necesario hacer sentir al niño que nos engaña. En el fondo él sabe que está jugando a «como si» ese amigo existiese. Así, establecemos una complicidad y le permitimos que desarrolle el saludable ejercicio de entrar y salir de la fantasía.

¿Para qué sirven?

Estos amigos imaginarios cumplen diversas funciones:
  • Están «los que lo pueden todo»: son como un héroe o un hermano mayor que les saca de apuros.
  • Otro tipo es «el que paga el pato» por haber saqueado el tarro de mermelada o esquilado al gato.
  • Por su parte, «el hijo adoptivo» se lleva los sermones que el niño ha recibido antes de papá y mamá.
  • También está el llamado «amigo fiel»: su misión es dar compañía. Este último suele darse con más frecuencia en hijos únicos o niños sin hermanos próximos en edad.
Autor: Luciano Montero, psicólogo.

viernes, 23 de agosto de 2013

¿Qué hago si mi hijo se muerde las uñas?

Al principio, cuando el gesto de morderse las uñas es todavía circunstancial, ignorarlo es una forma de combatirlo. Pero una vez que el niño lleva un tiempo mordiéndose las manos y ese gesto se ha convertido en un hábito, hay que pasar a los hechos para ayudar al pequeño a superarlo:

1. Adoptar una actitud tranquila, evitando regañar al niño, castigar o culpabilizar, porque la costumbre puede ser superior a su voluntad de dejarla. Además, insistir demasiado en algo tiene un efecto contraproducente.

2. Cuando esté mordiéndose las uñas, tratar de distraerle con algún juego en el que a ser posible tenga que utilizar las manos. Mirad un cuento con bonitas ilustraciones, animándole a que sea él quien pase las hojas; levantad una torre de construcciones, jugad con una pelota o incluso salid a dar un paseo. Lo importante es que el niño disfrute y se entretenga.

3. Hablar con él. Explicad a vuestro hijo con calma que no debe morderse las uñas. Decidle que vais a ayudarle para que no acabe haciéndose pupa en los dedos. Si lo consigue, elogiadle y dadle una recompensa (un abrazo, un rato de juegos con mamá o papá, una visita a los abuelos, etc.).

4. Analizar en qué momentos se muerde más las uñas. ¿Acaso está nervioso?, ¿por qué?, ¿se aburre?, ¿tal vez necesite más estímulos? Averiguar la causa es básico para acertar con la solución.

El esmalte con sabor amargo no está contraindicado, pero ofrece resultados desiguales, dependiendo de la edad del pequeño. En niños mayores que ya comprenden el problema y desean colaborar, el sabor desagradable les ayuda a recordar que no deben morderse las uñas, pero los niños entre 1 y 2 años pueden interpretar que les imponen un castigo y reaccionar mal.

Por: Florencio Santiago, pediatra.

10 verdades sobre la lactancia materna. RECOMENDACIONES DE LA OMS

  
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tan solo el 38% de los bebés menores de seis meses son amamantados. Se trata de una cifra muy baja, sobre todo si se tiene en cuenta que la lactancia naturales la mejor forma nutrición para los recién nacidos. Además, la organización afirma que, si se empezase a amamantar a cada niño en la primera hora tras su nacimiento, dándole solo leche materna durante los primeros seis meses de vida y siguiendo dándole el pecho hasta los dos años, cada año se salvarían unas 220 000 vidas infantiles.
Por todo ello, y con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia, que se celebra entre el 1 y 7 de agosto, la OMS ha elaborado un decálogo con datos muy interesantes sobre la lactancia materna. El objetivo: conseguir que cada vez más mujeres se animen a amamantar a sus bebés como la opción mássaludable, asequible y natural para alimentar a los recién nacidos.


1. Los primeros seis meses, solo lactancia materna

La OMS recomienda que, durante los primeros seis meses, el bebé se alimente exclusivamente de leche materna. La lactancia debería ser siempre a demanda y comenzar durante la primera hora de vida.

2. La lactancia protege al bebé de muchas enfermedades

Los beneficios para el recién nacido son bien conocidos: además de aportar todos los nutrientes necesarios para un correcto desarrollo, la leche materna contiene anticuerpos que protegen al lactantefrente a enfermedades como la diarrea y la neumonía.

3. En las madres reduce el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario

Dar el pecho también es bueno para las mamás: les ayuda a recuperar su peso anterior al embarazo, reduce las tasas de obesidad y reduce el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y de mama. Además, si bien no es totalmente seguro, también funciona como método anticonceptivo natural, ya que ofrece un 98% de protección durante los primeros seis meses.

4. La lactancia da salud para toda la vida

Además de los beneficios inmediatos para la salud del bebé, numerosos estudios han demostrado las ventajas de la lactancia a largo plazo. Por ejemplo, los adultos y adolescentes que han tomado el pecho de niños tienen menos tendencia a padecer sobrepeso y a sufrir diabetes de tipo 2. Además, obtienen mejores resultados en los test de inteligencia.

5. La leche materna es más completa que la leche artificial

En primer lugar, la leche artificial no contiene los anticuerpos que hay en la leche materna, claves para que el sistema inmune del niño se desarrolle correctamente y le proporcione protección frente a enfermedades futuras. Por otro lado, si la leche artificial se diluye demasiado puede acarrear problemas de malnutriciónpara el bebé. Otros riesgos se asocian con la preparación de la leche en ausencia de las condiciones adecuadas de higiene, como el uso de agua insalubre o de material no esterilizado.
Además, mientras que el amamantamiento mantiene la producción de leche materna, si se usa leche artificial pero de repente se deja de tener acceso a ella, el retorno a la lactancia natural puede ser imposible.

6. El VIH se puede transmitir a través de la leche materna

La OMS recomienda que las madres infectadas por el VIH que quieran amamantar a sus hijos reciban antirretrovíricos, y sigan sus recomendaciones respecto a la alimentación del lactante, ya que el virus se puede transmitir durante el embarazo, el parto y la lactancia.

7. Está prohibido distribuir muestras gratuitas de sucedáneos de leche materna

La comercialización de estos sucedáneos está regulada a nivel internacional según un código que se adoptó en el año 1981. En él se estipula que no haya actividades de promoción ni distribución de muestras gratuitas de dichos productos entre embarazadas, madres, familias y trabajadores sanitarios. Además, las etiquetas de la leche artificial deben informar sobre los beneficios de la lactancia materna.

8. Muchas mujeres tienen problemas cuando comienzan a dar el pecho

Nadie nace sabiendo, y problemas como el dolor en los pezones o el miedo a no tener leche suficienteson normales al principio. La iniciativa OMS-UNICEF de "Hospitales amigos del niño" ofrece asesoramiento para madres y recién nacidos en unos 152 países del mundo. En España, la Federación Española de Asociaciones Pro-Lactancia Materna (FEDALMA) reúne a las asociaciones y grupos de apoyo que ayudan y dan consejo a las mujeres que quieren amamantar a sus hijos. Además, tu matronatambién puede informarte al respecto.

9. El retorno al trabajo es una causa frecuente de abandono de la lactancia

Si en el centro de trabajo no se dispone de las condiciones adecuadas para continuar amantando, la mujer se ve obligada a abandonar la lactancia, total o parcialmente, mucho antes de lo deseado. Sin embargo, existen medidas que facilitan la conciliación entre esta práctica y la actividad profesional: la baja por maternidad remunerada, el trabajo a tiempo parcial, las guarderías en el lugar de trabajo, las instalaciones donde amamantar o extraerse y recoger la leche, y las pausas para dar el pecho.

10. A partir de los seis meses hay que introducir progresivamente nuevos alimentos

Como complemento a la leche materna, a partir de los seis meses los bebés deben empezar a comer alimentos sólidos. La OMS, además, recomienda que se administren en cuchara o taza en lugar de en biberón. La introducción de alimentos sólidos es un proceso que lleva su tiempo: hay que tener paciencia. La leche materna va a seguir siendo el principal aporte nutritivo para el bebé durante este periodo de transición, y el principal objetivo de la introducción de sólidos en la dieta es que el niño se vaya acostumbrando a la comida “de los mayores”.

Por: Victoria González
Fuente: OMS

miércoles, 21 de agosto de 2013

Mi hijo rechina los dientes. ¿Tiene parásitos o lombrices?

Hasta el momento NO existe evidencia científica  que apoye esta aseveración.  Esta es una creencia que se tiene desde antaño, y sigue siendo una pregunta frecuente en la consulta pediátrica.
images (1)El rechinar los dientes se le denomina “Bruxismo” y es un acto involuntario  de apretar o frotar los dientes durante el día o en la noche durante el sueño, puede tener una causa multifactorial donde se relaciona al estrés emocional, posición al dormir, alineación de la dentadura, reflujo entre otros factores que se han identificado.
Hay algunos médicos y artículos que mencionan esta asociación, pero hasta el momento ningún estudio serio lo ha corroborado.
Si tu hijo rechina los dientes olvídate de los parásitos o lombrices, ve si está atravesando situaciones de estrés, en casa o en la escuela, haz que practique deporte, y si persiste llévalo al odontólogo para verificar si no está teniendo un desgaste excesivo del esmalte dental.

martes, 20 de agosto de 2013

La piel de los niños al sol

Es importante controlar el tiempo que los niños están expuestos al sol. Las radiaciones solares son ahora más agresivas que en el pasado, debido, entre otras causas, al agujero en la capa de ozono y a la disminución de su grosor.

¿Los bebés pequeños pueden tomar el sol?

  • Se desaconseja exponer al sol a los bebés menores de seis meses, porque su piel es muy sensible y aún no ha desarrollado plenamente su capacidad para segregar melanina, el pigmento que la protege. Estos bebés se queman y se deshidratan con mucha facilidad, y además todavía no es conveniente aplicarles crema solar.
  • A partir del sexto mes de vida sí pueden exponerse al sol, pero solo por poco tiempo y, por supuesto, bien protegidos, con una crema solar con factor de protección elevado y fuera de las horas centrales del día.

¿Cuál es la crema solar más adecuada?

A partir del sexto mes de vida la piel de los niños se debe proteger con una crema solar. Los productos específicos para niños llevan filtros físicos minerales que les protegen frente a los rayos UVA, UVB e infrarrojos, y además son resistentes al agua, a los roces, al cloro y la transpiración.
Elige una crema solar hipoalergénica, que haya sido testada bajo control pediátrico y dermatológico, sin colorantes ni perfumes. También debe incluir ingredientes calmantes y nutritivos, como la vitamina E y extractos de aloe vera y de avena.

¿Qué índice de protección se debe utilizar?

Un factor de protección 25 es suficiente para los niños de piel morena y superior a 30 para los niños rubios y muy blancos. Si el pequeño tiene la piel sensible, necesita un fotoprotector especial y además debe llevar un gorro y una camiseta incluso cuando se está bañando.
Pregunta al dermatólogo o, si no es posible, al pediatra o al farmacéutico cuál es la protección más adecuada para la piel del niño.

¿Cómo se aplica el fotoprotector?

Para garantizar la eficacia del protector solar, hay que aplicarlo al menos media hora antes de la exposición. Solo así la piel tiene tiempo de absorberlo y de estar perfectamente protegida frente a las radiaciones solares. La cantidad de producto debe ser abundante: nunca inferior a 20 ml de crema para todo el cuerpo.

¿Hay que insistir en algunas zonas del cuerpo?

  • En niños y sobre todo en bebés, el cuero cabelludo y la nuca, las orejas, los pómulos, la nariz, loshombros, la zona superior de los muslos, la planta de los pies y el empeine son zonas más propensas a las quemaduras. A la hora de aplicar la crema solar, incide sobre ellas o incluso aplica una crema con pantalla total.
  • En los bebés evita que les dé el sol directo, protegiéndoles con gorrocamisetapantalón ysandalias en la playa y en el paseo diario.

¿Cada cuánto tiempo se repite la aplicación?

Como mínimo cada dos horas, antes incluso si el niño está haciendo mucho ejercicio o sudando abundantemente y después de cada baño, aunque la crema sea resistente al agua y de muy alta protección.

¿Necesita crema el niño si no hace sol o está bajo la sombrilla?

Al aire libre los niños siempre deben llevar crema solar. Las sombrillas, las nubes e incluso la sombra de los árboles no ofrecen la protección suficiente frente a la acción del sol, ya que filtran las radiaciones infrarrojas pero no los rayos ultravioleta, que además se reflejan en la arena.

¿Y si está dentro del agua?

También necesita estar protegido. Al igual que ocurre con las nubes, el agua elimina la sensación de calor, pero no filtra los rayos ultravioleta. De hecho, los niños de piel muy sensible no deben permanecer mucho tiempo cerca del agua, porque los rayos solares se reflejan en ella y aumenta la posibilidad de insolación.

¿Qué pasa si el niño se resiste?

Distraerle, contarle un cuento o irle explicando cómo y por qué se le da esa crema suelen ser medidas efectivas cuando el niño no consiente que se la apliquen. En estos casos, los productos con pantalla física, que dejan una capa blanca sobre la piel, son muy útiles para asegurarse de que se ha protegido todo el cuerpo.

¿Se puede usar una crema de adultos?

Es preferible aplicar al niño y al bebé un producto estudiado para la piel infantil. Pero en caso de necesidad, no pasa nada por ponerle una de adultos.

¿Y una del año anterior?

No se debe usar una crema empezada del verano anterior, ya que el paso del tiempo, el calor y la luz pueden degradar los filtros que contiene y no resultar eficaces para la protección de la piel. De todas formas, una vez se abren las cremas tienen una duración limitada que se especifica en el envase con un símbolo.

¿Qué cuidados necesita la piel infantil después de la exposición al sol?

Es bueno bañar al niño o darle una ducha templada para quitar la sal o el cloro de su piel, y aplicarle unacrema que hidrate su piel y repare los posibles daños producidos por el sol.

¿Se les puede poner un after sun de adultos?

Muchas hidratantes de adultos se pueden emplear también en niños. Sin embargo, los after sun para niños reúnen una serie de ventajas: su textura es ligera, son fáciles de extender, se pueden utilizar en cara y cuerpo, la piel los absorbe rápidamente, no suelen causar alergia y tienen ingredientes calmantes y refrescantes, como pantenol, aceite de almendras y glicerina.

¿Los niños deben llevar gafas de sol?

  • Se aconseja que usen gafas de sol en las zonas en las que la radiación solar es más intensa, como las playas de arena blanca.
  • Hay que elegir unas adaptadas a su cara, que se ajusten a la cabeza mediante cintas elásticas cuando son bebés. Además, deben bloquear al menos el 99 por ciento de los rayos UVA y UVB, con monturas irrompibles y fabricadas con materiales atóxicos y antialérgicos. Lo mejor es adquirirlas en ópticas o establecimientos de confianza.

¿Las cremas solares con productos antimedusas o antimosquitos son eficaces?

Las cremas que incluyen un efecto protector contra las picaduras de medusas y otras especies marinas o repelentes contra los insectos son igual de eficaces que las convencionales si se aplican debidamente y siguiendo las indicaciones del laboratorio.

¿Cuál es la mejor hora para tomar el sol?

Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. Hay que evitar las horas centrales del día:entre las 11 y las 16, que es cuando los rayos caen de forma vertical y son más peligrosos.

¿Hay que ponerles siempre gorro y camiseta?

  • Los niños nunca deben exponerse directamente al sol, de ahí que los gorros y camisetas seanimprescindibles siempre que vayan a estar expuestos durante un periodo prolongado de tiempo.
  • Las camisetas deben ser de tejidos frescos, como el algodón, los gorros preferiblemente de ala ancha. Estas prendas pueden bloquear hasta el 97% de los rayos UVB que recibe el niño.

Pasados los primeros meses de vida, ¿se puede bajar la guardia?

En absoluto. De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Boston demostró que los niños se queman más durante el segundo año de vida, cuando la protección frente al sol comienza a decaer debido, en gran medida, a que los padres se relajan en la aplicación de cremas solares y se preocupan menos si el niño se quita el sombrero o la camiseta o no juega a la sombra.

Por: Carla Nieto.
Asesor: Dr. Antonio Zambrano, jefe de la sección de dermatología del Hospital Infantil Unviersitario Niño Jesús de Madrid.