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En cada consulta con seguridad quedan muchas dudas e inquietudes, el objetivo de este blog es que los padres no estén en ignorancia respecto a los problemas de salud de sus hijos.

Lejos ha quedado aquella época donde el médico era el único dueño de los conocimientos, la vida actual hace que los padres sean parte del problema y porque no de las soluciones.

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miércoles, 25 de septiembre de 2013

¡Cuidado! El olor a bebé es adictivo

Seamos padres o no, todos nos sentimos bien cuando sostenemos un bebé en los brazos. ¿Por qué sucede esto? Un estudio científico ha descubierto que el olor a recién nacido genera un comportamiento adictivo muy similar al que producen las drogas o la comida.
En el estudio participaron 15 mujeres sin hijos y 15 que habían sido madres recientemente. A todas se les dio a oler el pijama de bebés recién nacidos y se estudió la reacción que se producía en su cerebro. Los investigadores, que publican sus resultados en la revista científica Frontiers in Psychology, encontraron que en ambos casos, pero de forma más intensa en el grupo de madres recientes, se activaba el llamado “sistema dopaminérgico”, un circuito neurobiológico que está relacionado con la obtención de recompensas y con los comportamientos adictivos.
Este sistema conduce, por diferentes vías, a la liberación de dopamina, una hormona que también se conoce como la “hormona del placer”, ya que se libera, por ejemplo, cuando comemos y cuando tenemos relaciones sexuales. Así, asociamos estas acciones, que son fundamentales para nuestra supervivencia y reproducción, con la obtención de una recompensa: en este caso el placer. Y algunas sustancias como las drogas o el tabaco nos provocan adicción porque actúan de la misma forma sobre nuestro cerebro.
"No todos los olores desencadenan la reacción. Sólo aquellos asociadas con la recompensa, como la comida o la satisfacción de un deseo, producen esta activación", explica Johannes Frasnelli, investigador de la Universidad de Montreal (Canadá). En el caso de los bebés, es lógico que su olor desencadene este mecanismo, ya que estimula el vínculo entre mamá y bebé y hace que las madres no abandonen a los hijos a su suerte. Los olores y otras formas de comunicación no verbal, como los estímulos visuales, son fundamentales para estimular la lactancia y establecer los lazos emocionales entre la madre y el niño y garantizar, en última instancia, su supervivencia.

Por: Victoria González
Fuente:Frontiers in Psychology y Universidad de Montreal

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