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En cada consulta con seguridad quedan muchas dudas e inquietudes, el objetivo de este blog es que los padres no estén en ignorancia respecto a los problemas de salud de sus hijos.

Lejos ha quedado aquella época donde el médico era el único dueño de los conocimientos, la vida actual hace que los padres sean parte del problema y porque no de las soluciones.

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miércoles, 12 de junio de 2013

La alimentación del niño de 1 a 3 años: consejos para padres


Una dieta adecuada permite mantener la salud y prevenir enfermedades crónicas. Por eso, el Grupo de Gastroenterología Pediátrica de la Zona Sur-Oeste de Madrid, al que pertenece el pediatra José Manuel Moreno Villares, asesor de Ser Padres, propone unas recomendaciones generales sobre la alimentación en niños de 1 a 3 añosque pueden servir de guía a sus padres.

  • La alimentación tiene que ser variada y equilibradaadaptada a los gustos del niño.
  • Es mejor emplear alimentos locales y de temporada, pues hay una clara relación entre la alimentación y el cuidado del medio ambiente.
  • Además de una alimentación sana es importante la actividad física, que en niños de 1 a 3 años es el juego.
  • Las personas se alimentan de diferentes formas según la cultura a la que pertenezcan, sus costumbres, los alimentos de la zona, cuestiones religiosas o el nivel económico de la familia y ¡todas pueden ser saludables!

Pautas para comer bien en niños de 1 a 3 años


  • Desayunar siempre y de la forma más completa posible.
  • Limitar la comida precocinada, los alimentos procesados o comidas de preparación rápida (hamburguesas, pizzas…), pues contienen más grasas saturadas, azúcares y sal.
  • Si el niño rechaza un alimento, no se le debe forzar a tomarlo. Los niños deciden si comen o no, y la cantidad que toman. Los padres deciden el tipo, calidad y variedad de los alimentos.
  • Ninguna comida debería estar prohibida, a no ser que el niño sea alérgico o tenga intolerancia a ella. A los niños se les deberían permitir los caprichos ocasionalmente. No es malo comer chocolate de vez en cuando. La prohibición de ciertas comidas (chucherías, refrescos, hamburguesas…) puede atraer la atención del niño hacia ellas y hacer que parezcan más atractivas y deseables.
  • Los frutos secos son peligrosos por el riesgo de atragantamiento (pipas, almendras, avellanas…). No deben darse hasta que el niño tenga 4 años y siempre con precaución.
  • Los niños necesitan comer a menudo. A algunos niños que picotean entre horas, se les debe proporcionar alimentos nutritivos y saludables, y evitar que piquen a todas horas alimentos poco recomendables (galletas, chucherías, patatas fritas, zumos envasados…) que interfieran en su apetito.
  • Si el niño sigue con lactancia materna, se le debe permitir que tome el pecho cuantas veces quieran los dos, la madre y el hijo.
  • El biberón no debe usarse con bebidas azucaradas como los zumos, pues aumenta el riesgo de caries. Además, no hay que retrasar el momento de abandonar chupete y biberón.
  • A partir del año, se puede ir integrando al niño progresivamente a la mesa familiar, aunque al principio necesitará mucha atención.
  • Es importante hacer de la comida un momento agradable. Los niños imitan todo lo que ven, por lo que los padres y familiares tienen una gran responsabilidad respecto a sus comportamientos.
  • Lo recomendable es comer juntos, sin ver la televisión, para facilitar la comunicación.
  • Tocar, jugar con la comida es una necesidad para los niños y constituye la mejor manera de aprender. Necesitan practicar. Las habilidades no se adquieren de golpe, sino de forma progresiva, después de varios intentos. Deje que tu hijo coma solo si ya es capaz de hacerlo, aunque ensucie.
  • A partir de los 2 años, los niños pueden empezar a “ayudar” en la compra y se les puede involucrar en la preparación de comidas (lavando las verduras, mezclando una macedonia de frutas, preparando un bocadillo, exprimiendo una naranja…), deja que colabore.
  • El mejor premio para un niño es la atención sincera de un adulto, que le dedica tiempo, un cuento, una broma o un juego. No se debe premiar el buen comportamiento con dulces y chucherías, por el buen comportamiento ni tampoco regañar, gritar, castigar o amenazar para que coma. Es importante elogiar cualquier cosa que haga bien. Procure pedir las cosas con un tono de voz amable, utilizando “por favor” y “gracias”. Trate a su hijo con el respeto con el que le gusta que le traten a usted.
  • A partir de los 18 meses, el niño puede cepillarse los dientes, sin pasta, después de comer. Para prevenir la caries, hay que evitar la ingesta de dulces.


Por: Belén Juan
Fuente: Grupo de Gastroenterología Pediátrica de la Zona Sur-Oeste de Madrid

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